jueves, 20 de octubre de 2011

Texto del discurso ofrecido por nuestro Hermano Antonio Quintana en la erección y entrega de los estatuto a nuestra cofradia .







Querido y respetado Señor Arzobispo, sacerdotes concelebrantes, autoridades eclesiásticas, miembros del Consejo General de Cofradías, hermanos mayores, cofrades, familiares amigos y hermanos todos en Cristo.

Para la Cofradía de la Santa Vera Cruz, la festividad de Sta. Margarita quedará marcada en nuestro santoral como un día de júbilo, de celebración y alegría.

En este 16 de octubre venimos, como peregrinos, para recibir la bendición que tanto hemos anhelado durante el largo camino recorrido.

Hace algo más de tres años, nos reunimos por primera vez para perfilar el andamiaje de nuestra cofradía, empujados por la fe y la ilusión.

Andando hemos aprendido, y hoy, cuando miramos hacia atrás, nos sentimos muy satisfechos, porque, conocidas las dificultades, nos propusimos ir despacio, aprender de los mejores, dejarnos aconsejar en el seno de nuestro arzobispado, para hacerlo bien.

Gracias, Señor Arzobispo, gracias por su guía, su consejo y su paciencia.

La cofradía que hoy comienza su andadura de forma oficial, es el fruto de un trabajo coral en el que hemos participado muchos.

Desde el primer día lo único que teníamos claro era que queríamos ser cofrades, y cofrades de la Santa Vera Cruz, sabiendo que esa elección entrañaba compromiso, renuncia y ejemplaridad en el seno de la Iglesia y de cara a la sociedad.

En estos días son muchos los que consideran que la libertad es ausencia de compromiso, pero nosotros, los cofrades de la Santa Vera Cruz, creemos que no hay mayor libertad

que la de adquirir el compromiso de abonar nuestra fe, con los ingredientes de la solidaridad entendida como amor al prójimo y la esperanza en la Cruz.

Señor arzobispo hoy se materializa la “erección canónica de la cofradía”.

Y nuestro compromiso, individual y colectivo es seguir los pasos y asumir los valores de nuestra Santa Madre Iglesia,

Somos hijos orgullosos de nuestra Iglesia y queremos ser cofrades humildes del ejemplo que encarna la Cruz de Cristo.

Así se explica que La Cruz sea nuestra medalla, y nuestro estandarte,

En nombre de todos los cofrades, gracias, señor Arzobispo, por permitirnos ratificar desde la Cofradía de la Santa Vera Cruz, nuestra fe y nuestro compromiso cristiano.

Sabemos que contamos con su apoyo y contamos con la supervisión de la Iglesia para no desviarnos ni del empeño ni del camino.

Para finalizar, permítanme, felicitar a quienes hoy toman posesión como canónigos y, muy especialmente, por la parte que nos toca, a Don Marceliano Guerrero Montero capellán de nuestra Cofradía. Gracias.

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